Anoche...en esos momentos de ausencia de sueño, divago conmigo misma y recordé a mi viejo profesor , nadie lo quería por su mal genio, pero yo ahora lo admiro. En una de sus clases de historia y literatura leyendo el libro "El lazarillo de Tormes"...nos explicó una secuencia que se me quedó muy gravada y anoche no sé por qué la asimilé a una secuencia de mi vida...
El pobre lazarillo que pasaba mas hambre que el perro del "afilaó" ( que se comía las chispas por comer algo caliente). Un día al ciego le regalaron un racimo de uvas, y se sentó junto Lázaro y le dijo:
-Lázaro como yo no veo, para que no hagas trampas, cojeremos de una en una, una vez cada uno...
Después de un rato y cuando el racimo se iba agotando, le dice el ciego:
- Lázaro estás cogiendo mas de una y no es eso lo que acordamos.
-Maestro como lo sabes si eres ciego?
-Porque yo estoy cogiendo de dos en dos...y callas...
Hay momentos en la vida...en que la "ceguera" no nos impide ver...
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