2009/05/18

una historia real.. (el mantel del padre Rob)



El nuevo Sacerdote, recién asignado a su primer ministerio para reabrir
una iglesia en los suburbios de Brooklyn, New York, llegó a comienzo de
octubre entusiasmado con sus primeras oportunidades.
Cuando vio la iglesia se encontró conque estaba en pésimas
condiciones y requería de mucho trabajo de reparación.

Se fijó la meta de tener todo listo a tiempo para oficiar su primer
servicio en la Nochebuena.

Trabajó arduamente, reparando los bancos, empañetando las paredes,
pintando, etc., y para el 18 de diciembre ya habían casi concluido con los
trabajos, adelantándose a la meta trazada.

El 19 de diciembre cayo una terrible tempestad que azoto el área por dos
días completos.

El día 21 el sacerdote fue a ver la iglesia. Su corazón se contrajo cuando
vio que el agua se había filtrado a través del techo, causando que una área
considerable del pañote, de unos 20 pies por 8 pies cayo de la pared
frontal del santuario, exactamente detrás del pulpito, dejando un hueco que
empezaba como a la altura de la cabeza.

El sacerdote limpio el desastre en el piso, y no sabiendo que mas hacer
sino posponer el servicio de Nochebuena, salió para su casa.

En el camino noto que una tienda local, estaba llevando a cabo
una venta del tipo "mercado de pulgas", con fines caritativos, y decidió
entrar. Uno de los artículos era un hermoso mantel hecho a mano, color
hueso, con un trabajo exquisito de aplicaciones, bellos colores y una cruz
bordada en el centro.

Era justamente el tamaño adecuado para cubrir el hueco en la
pared frontal. Lo compro y volvió atrás camino a la iglesia. Ya para ese
entonces había comenzado a nevar. Una mujer mayor iba corriendo desde la
dirección opuesta tratando de alcanzar el autobús, pero finalmente lo
perdió.

El sacerdote la invito a esperar en la iglesia donde había calefacción,
por el próximo autobús que tardaría 45 minutos mas en llegar.

La señora se sentó en el banco sin prestar atención al pastor mientras,
éste buscaba una escalera, ganchos, etc., para colocar el mantel como tapiz
en la pared.

El sacerdote apenas podía creer lo hermoso que lucia y como
cubría todo el área de problema. Entonces él miro a la mujer que venia
caminando hacia abajo, desde el pasillo del centro.
Su cara estaba blanca como una hoja de papel. "Padre,¿Dónde
consiguió usted ese mantel?" El padre le explico. La
mujer le pidió revisar la esquina inferior derecha para ver si las
iniciales EGB aparecían bordadas allí.

Si, estaban.. Estas eran las iniciales de la mujer y ella había hecho ese
mantel 35 anos atrás en Austria.

La mujer apenas podía creerlo cuando el pastor le contó como
acababa de obtener el mantel. La mujer le explico que antes de la guerra
ella y su esposo tenían una posición económica holgada en Austria.

Cuando los Nazis llegaron, la forzaron a irse. Su esposo debía seguirla la
semana siguiente. Ella fue capturada, enviada a prisión y nunca volvió a
ver a su esposo ni su casa.

El pastor la llevo en el carro hasta su casa y ofreció regalarle
el mantel, pero ella lo rechazo diciéndole que era lo menos que podía
hacer. Se sentía muy agradecida pues vivía al otro lado de Staten Island y
solamente estaba en Brooklyn por el día para un trabajo de limpieza de
casa.

Que maravilloso fue el servicio de la Nochebuena! La iglesia
estaba casi llena. La música y el espíritu que reinaban eran increíbles.


Al final del servicio, el sacerdote despidió a todos en la puerta y muchos
expresaron que volverían.

Un hombre mayor, que el pastor reconoció del vecindario, seguía sentado
en uno de los bancos mirando hacia el frente, y el padre se preguntaba por
que no se iba.

El hombre le pregunto donde había obtenido ese mantel que estaba en la
pared del frente, porque era idéntico al que su esposa había hecho años
atrás en Austria antes de la guerra y ¿como podían haber dos manteles tan
idénticos?

El le relato al padre como llegaron Nazis y como el forzó a su esposa a
irse, para la seguridad de ella, y como el estaba supuesto a seguirla, pero
había sido arrestado y enviado a prisión. Nunca volvió a ver a su esposa ni
su hogar en todos aquellos 35 anos.


El pastor le pregunto si le permitiría llevarlo con el a dar una vuelta.
Se dirigieron en el carro hacia Staten Island, hasta la misma casa donde el
padre había llevado la mujer tres días atrás.

El ayudo al hombre a subir los tres pisos de escalera que
conducían al apartamento de la mujer, toco en la
puerta y presencio la mas bella reunión de Navidad que pudo haber
imaginado.


Una historia real - ofrecida por el
Padre Rob Reid

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