2009/11/10




Aunque nunca mis palabras,

repercutan en tu pecho,
aunque nunca mis caricias tengan el premio de tus besos,
yo lo mismo he de quererte,
he de quererte en silencio,
como quieren los que sufren,
los que sufren en silencio.
Benditas sean las noches que me traen tu recuerdo,
cuando sola en mi cuarto,
sin mirarte yo te veo.
Y aquel viajero incansable,
que se llama pensamiento,
me lleva a todas partes para cubrirte de besos,
porque tú me has enseñado,
ha quererte desde lejos,
con los ojos,
con el alma,
sin palabras,

en silencio.

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