Retornamos a la infancia con tan solo cerrar los ojos y encontrar en nuestra memoria aquellos cuentos de hadas y duendes que en los bosques habitaban.
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La pequeña Rosalba nació en el seno de un rosal h
ermoso, al alba de una mañana fría y alegre, en la que lindas mariposas la invitaron a su primer vuelo.
Y de estos vuelos a veces escapaba, pues su deseo era alcanzar la luna, cosa que sus alas no le permitían.
Así, cada amanecer, ella despertaba con un único deseo... que llegara de nuevo la noche y al ver brillar a las hermanas estrellas, pedirles deseos y llegar hasta ellas.
Una noche de helado invierno, cuando todos los habitantes del bosque dormían reposando en sus moradas, Rosalba emprendió el vuelo añorado, y voló y voló atravesando todas las atmósferas...
Esta es la historia de un hada que quiso volar tan alto que en una estrella se convertiría, pues una vieja creencia del reino elemental dice así :
Cuando una mariposa muere
y su cuerpo retorna a la tierra
en algún lugar del cielo
de seguro nace una estrella...
Y si observas el firmamento en las noches de luna llena, podrás encontrar a Rosalba, cumpliendo deseos, elevando promesas ... cerrando los ojos en el sueño eterno, el de una mariposa aprendiz de estrella.
Y así fue.
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